La Historia la chica de la curva Es quizás una de las leyendas urbanas por excelencia. Todos hemos pasado por carreteras solitarias con poca luz, donde sólo la luz de los focos del coche iluminan unos pocos metros nuestra visión.
Muchas veces las carreteras solitarias, están ubicadas cerca de campos y bosques y muy pocas veces encontramos coches de frente. En esos momentos solemos estar cansados o con sueño y he incluso a veces viajamos solos.
La historia de “La chica de la Curva”, aunque existen muchos matices, es la siguiente:
En plena noche, conduciendo en solitario, en la carretera solitaria, se encuentra una chica, normalmente atractiva, vestida con un camisón blanco.
La persona que conduce, siente la necesidad de parar y hacer subir a la chica. Por lo general, la chica no suele hablar y permanece callada a nuestro lado o en el asiento de atrás.
Al llegar a una curva, la chica nos dice: “Ves con cuidado en esta curva” o incluso “Disminuye, que en esta curva me maté yo”.
Después de hacer caso a la chica y frenar o disminuir la marcha, al mirar al lado o al asiento de atrás, la persona se da cuenta que la chica ya no está en el vehículo.
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